lunes, 22 de octubre de 2012

Si es con mesura, el café no hace daño


Si es con mesura, el café no hace daño


Estudio dice que no siempre está relacionado con enfermedades y que tiene beneficios para la salud.

El café es la bebida más popular del mundo occidental, después del agua embotellada. Colombia no es ajena a esta tendencia; es más, el 90 por ciento de los hogares lo consumen y el 83 por ciento de las personas mayores de 18 años lo toman.

Esta popular bebida, sin embargo, ha sido relacionada con el riesgo de sufrir eventos cardiovasculares y derrames cerebrales, con el aumento en la presión arterial y hasta con el cáncer.

No obstante, muchos estudios demuestran que, al menos en personas sanas, no tiene una relación directa con estos males. Aunque hay que tener cuidado con estos trabajos y la extrapolación de sus resultados, pues en cada país las personas tienen diferentes estilos de vida, hábitos de consumo y toman el café de formas distintas.

Es así como un grupo de investigadores decidió hacer el primer estudio con población y café colombianos. “Quisimos darle respuesta a la inquietud de si el café tenía un impacto positivo o negativo sobre dos efectos para la enfermedad cardiovascular, como la presión arterial alta y los niveles de homocisteína (desecho de la síntesis de las proteínas que cuando se eleva se relaciona con riesgo de alteraciones cardiacas)”, explica Gloria Agudelo, magistra en ciencias de la nutrición y una de las autoras de la investigación.

La muestra final de este estudio quedó constituida por 116 sujetos divididos de la siguiente manera: 30 en un grupo que no consumió café, 29 en uno que tomó 200 ml, 29 en otro que ingirió 400 ml, y 28 en el que se bebieron 600 ml. Todos consumieron café filtrado.

Los resultados, luego de seis semanas y diferentes pruebas de laboratorio durante las que se tomó la presión arterial y se midió la concentración de homocisteína, mostraron grupos sin diferencias significativas.

“Era muy importante comparar los resultados con el grupo control, es decir, los que no lo consumieron. Eso nos permite decir que las personas sanas no tienen dificultad para tomar un café bien preparado y como parte una alimentación balanceada”, concluye Agudelo.

Por supuesto, investigadores insisten en que el hecho de que el café no se asocie con las enfermedades, tampoco quiere decir que proteja contra ellas.

De acuerdo con Esther López García, doctora en salud pública de la Universidad Autónoma de Madrid, “pacientes hipertensos, con la presión arterial no controlada o con problemas de salud como el insomnio, la ansiedad, el reflujo gastroesofágico o arritmias cardiacas, pueden empeorar con su consumo”.
Los beneficios para la salud
El café es una buena fuente de antioxidantes
De acuerdo con varias investigaciones, el café tiene un efecto antioxidante. Hay que recordar que durante la oxidación, las células quedan con la capacidad de captar elementos nocivos para el cuerpo. Los antioxidantes son capaces de bloquear este proceso. El ácido clorogénico es un antioxidante presente en esta bebida.
Según estudios sobre el tema, en 400 mililitros de café puede haber 335 miligramos de ácidos clorogénicos y entre 200 y 550 miligramos pueden ser aportados y son biodisponibles, es decir, los que el organismo puede aprovechar. La cantidad de antioxidantes depende del tipo de cultivo, de la variedad del café y del proceso al que ha sido sometido el grano.
Tendría un efecto protector
Un reciente estudio publicado en el 2012 en el ‘New England Journal of Medicine’ y que examinó a 220 mil hombres y 170 mil mujeres, concluyó que existe una relación inversa entre el consumo del café y el riesgo de morir,y que quienes lo toman de forma moderada tienen una esperanza de vida mayor. Otro, publicado en el ‘American Journal of Clinical Nutrition’ en el 2012, sobre la ingesta de café descafeinado y cafeinado sugiere que el consumo diario de cuatro tazas de café tiene un papel protector en cuanto al cáncer colorrectal.
Otras investigaciones sobre esta bebida
El ‘Anthropometric, lifestyle, and medical history data’ y el ‘Diet semiquantitative food frequency questionnaire’ son dos estudios que han investigado la relación del café y diferentes enfermedades. Comenzaron en los años 1976 y 1986, respectivamente, y muestran resultados del seguimiento a pacientes por más de 26 años. Según Esther López, doctora en salud pública de la Universidad Autónoma de Madrid, “en personas sanas el consumo habitual de 2-3 tazas de café al día, no incrementa el riesgo de tener un evento cardiovascular o sufrir cáncer. Aún no está bien establecido el efecto del consumo en el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas”.


F  eltiempo

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