viernes, 5 de octubre de 2012

Ser donante de esperma es dar una semilla de esperanza


Ser donante de esperma es dar una semilla de esperanza

De este gran aporte muchas personas tienen la oportunidad de cumplir el sueño de ser padres.

Desde hace 20 años, aquellas parejas que ven frustradas sus posibilidades de concebir un hijo por métodos naturales, tienen la posibilidad de ser padres mediante la donación de esperma, una práctica de la que poco se habla por tabúes o mitos, pero que se convierte en una luz al final del túnel.
Aunque muchos hombres se sienten aturdidos y hasta avergonzados por el hecho de no producir las semillas necesarias o de calidad para el proceso de fertilidad, cada día aumenta el número de afectados por la azoospermia o la carencia de reproducción de espermatozoides.
Según Marco Julio Velásquez Vega, director del Programa de Fertilización In Vitro del Centro Fecundar, de Cali, "a un centro de reproducción nunca llegan espermogramas (exámenes que analizan la calidad del esperma) normales. Cada vez el problema es más grave.
"De ahí la importancia de tener donantes, ya que hay hombres que no producen espermatozoides, o que los producen, pero labaja calidad podría hacer correr riesgos genéticos, si son usados para iniciar un embarazo".
Según Carlos Jiménez, coordinador de la Unidad de Fertilidad de Profamilia, el 15 o 20 por ciento de las parejas que llegan a esa entidad buscando asesoría reproductiva, escogen la donación de células, luego de comprobar, con estudios, que es la única opción. "Mucha gente ve al donante como un ser oscuro, pero son personas que ayudan a otras", argumenta Jiménez.
A lo que se suma que aproximadamente una de 30 o una de cada 50 parejas necesita un gameto (óvulo o espermatozoide) donado, subraya Juan Carlos Mendoza, director de Asociados en Reproducción Humana, en Bogotá.
Con base en cifras de Profamilia, unos 100 aspirantes se acercan allí al año, con la intención de ser donantes de semen, pero de ellos, solo el 10 por ciento es seleccionado, por exigencia de los exámenes.
Para Jiménez, pese a que en Colombia no existe un marco legal para las donaciones, se realizan procedimientos similares a los de los bancos de tejidos (órganos), que implican un seguimiento estricto.
Exigencia en selección
Aunque cada banco de semen o centro de reproducción define los procedimientos médicos, Jiménez explica que en la mayoría de los casos se desarrollan ciertos parámetros. Lo primero es una entrevista personal, encaminada a conocer las motivaciones de quien aspira a ser donante, y en la que se conoce si es mayor de edad, si tiene estudios básicos.
Si pasa esto, se hace un análisis de esperma. "Un espermograma de un individuo debe estar entre los 20 a 250 millones de espermatozoides. En movilidad, mínimo debe tener 25 por ciento de formas rápidas y, en cuanto a morfología, contar con las formas que indican los criterios internacionales", explica Jiménez. Pero, aclara, los parámetros deben ser superiores a lo normal. Es decir, que tengan mínimo 80 millones de espermatozoides.
Luego se realizan exámenes de enfermedades de transmisión sexual. También se hace un estudio con el urólogo, quien examina tanto el espermograma como las pruebas de tipo infeccioso, además de hacer un chequeo general. Posteriormente, hay una consulta psicológica, en la que se verifica que la persona no tenga manías o antecedentes de enfermedades psiquiátricas, y una con el genetista, que revisa antecedentes familiares.
Finalmente, se hace una prueba de cariotipo, en la que se analizan los cromosomas de los donantes.
Apoyo mínimo
Dada la exigencia y duración de los procesos para la donación, los bancos de semen retribuyen a los donantes con una pequeña cantidad de dinero, que representa gastos de desplazamiento. "No se trata de grandes cantidades, pues en Colombia está prohibido comprar células. Por eso se trata de una donación", aclara Jiménez.
Con base en rasgos
En Colombia está reglamentado que la donación de semen se hace bajo el anonimato y por lo tanto, las parejas o mujeres que acceden a este método no conocen a las personas que donaron las células.
Así que, explica Juan Carlos Mendoza, director de Asociados en Reproducción Humana, lo que hacen los beneficiarios es indicar cuál sería la inclinación de acuerdo con ciertas características físicas, como el color de los ojos, el pelo o la piel.
Pero, recalca Carlos Jiménez, coordinador de la Unidad de Fertilidad de Profamilia, el paciente nunca escoge al donante, siempre lo hace el médico y se debe tener en cuenta que la selección física no siempre resultará como se piensa por la carga genética del óvulo y del espermatozoide.
Por su parte, Armando Dávila, director de la Dirección de Andrología del Centro Colombiano de Fertilidad y Esterilidad (Cecolfes), donde operó el primer banco de semen del país y de Latinoamérica, explica que aunque el número de embarazos por donante se determina por las condiciones de cada país y de cada ciudad, la experiencia les ha mostrado que con 10 embarazos a término es suficiente. "Además hay que renovar los fenotipos", indica.
También mediante óvulos
La donación de óvulos es otra de las formas mediante las que las parejas pueden llegar a ser padres y tiene un proceso similar al de esperma. "Se hacen estudios de reserva ovárica, de exámenes infecciosos, genéticos y psicológicos. Una de las exigencias es que la mujer sí tenga un hijo y que pueda donar óvulos en máximo tres oportunidades", cuenta Armando Dávila, director de Andrología de Cecolfes.
Para hacerlo, dice el experto, es necesario tomar unos medicamentos, porque hay que hacer hiperestimulación ovárica controlada, para producir lo que produce un óvulo en el mes. Se hace mediante aspiración intravaginal y no es doloroso, porque es bajo sedación.
Dávila estima que en Cecolfes, el número de mujeres que se acercan como donantes es similar al número de hombres; entre 8 y 10 al mes.

F  eltiempo

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