viernes, 27 de agosto de 2010

Productos y medicamentos mal envasados causan, con frecuencia, intoxicaciones en los niños

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Expertos señalan algunos consejos sobre qué se debe tener en cuenta para evitar estos accidentes, cuando hay menores de edad en casa.

Sonia encontró a su hijo Simón de 3 años a punto de tomar un sorbo de alcohol en lugar de ingerir un poco de agua. Y es que como algunas botellas de estos líquidos pueden ser similares, el pequeño Simón no le vio problema a saciar su sed con lo que consideró era agua. Afortunadamente, Sonia llegó a tiempo para evitarlo. Sin embargo, no todos los pequeños corren con la misma suerte, y así como algunos pueden sufrir graves intoxicaciones, otros pueden tener secuelas que permanecen toda la vida. De acuerdo con Alexandra Prada, ingeniera química del Centro de Información de Seguridad sobre productos Químicos, Cisproquim (uno de los servicios que ofrece el Consejo Colombiano de Seguridad consistente en una línea de emergencia 24 horas que atiende sucesos relacionados con incendios, derrames de gas y fugas de productos químicos), muchos de los accidentes en el hogar se deben al descuido de los padres que dejan productos tóxicos al alcance de los niños.

“Un error común de algunos papás es no seguir las recomendaciones que traen las etiquetas de la mayoría de medicamentos que advierten sobre mantenerlos lejos del alcance de los niños. Ciertas pastillas de colores se tornan llamativas para ellos, porque piensan que son dulces y las ingieren desmedidamente. También se da el caso de los detergentes y limpiadores de color azul o rosado, que ante los ojos de los pequeños podrían representar deliciosos líquidos para ser tomados. La inocente ingesta de estos fármacos y artículos de limpieza podría representar problemas de salud a largo plazo, dependiendo del producto, de la vía de exposición, del tiempo de respuesta ante la emergencia. Se pueden presentar daños renales, alteraciones de la conciencia, lesiones en la piel, daños hepáticos y afecciones de la córnea, entre otros padecimientos”, aclara Prada.

Según cifras del departamento de Medicina Legal, durante el 2009 y en la categoría de los 2 a los 12 años se reportaron 5 casos fatales de intoxicación accidental por agentes químicos en todo el país. En cuanto a lesiones no fatales, se registraron dos por la misma causa. Cabe destacar que Medicina Legal solo recibe los casos que son denunciados.

Y aunque, por fortuna, las cifras de esta entidad son moderadas, esto no significa que como padres y adultos descuidemos la protección de los niños, para evitar que sufran intoxicaciones que pudieron prevenirse con medidas sencillas.

Intoxicaciones por medicamentos mal envasados
Constituye una de las situaciones de fácil prevención. En los niños, la intoxicación grave más frecuente se debe a la ingestión de medicamentos como paracetamol, aspirina, sustancias cáusticas, plomo, hierro e hidrocarburos (los más frecuentes). Sus síntomas, por lo general, comienzan en un período de 2 a 6 horas después de ser tomados. Sin embargo, puede manifestarse luego de un par de días, dependiendo de la toxina o del organismo responsable de la intoxicación. El niño puede presentar náuseas, vómito, diarrea (a veces con sangre y moco), dolor abdominal intenso, dolor de cabeza, fiebre y deshidratación.

En el grupo de las intoxicaciones también entran aquellas producidas por alimentos mal cocidos o en estado de descomposición y aquellos que han entrado en contacto con gérmenes o bacterias. Para evitar este tipo de intoxicaciones en los niños se recomienda: • Lavarles muy bien las frutas y verduras.
• Cerciorarse de que el agua que beben tanto en el jardín, el colegio como en la casa esté embotellada o hervida.
• En lo posible, evitar suministrarles comida preparada fuera de la casa.
• Asegurarse de que se laven muy bien las manos antes de comer y luego de ir al baño. • No consumir nunca alimentos con su empaque roto o con fecha de caducidad cumplida. Tampoco los que tengan olores inusuales o sabor desagradable.
• No se debe poner carne ni pescado cocidos en el mismo plato o recipiente en donde se almacenaban cuando estaban crudos, a menos que este haya sido lavado muy bien.

Intoxicaciones por productos de limpieza
Por lo general se producen debido al almacenamiento de un producto tóxico en un envase de uso alimenticio. La gran mayoría de productos domésticos para la limpieza son potencialmente tóxicos e irritantes para el tubo digestivo y producen dolor abdominal y diarrea. Algunos, como la soda cáustica, producen quemaduras en la boca y en las vías digestivas. Los detergentes y blanqueadores provocan asfixia; mientras que el amoniaco y la trementina causan graves trastornos neurológicos, cardiorrespiratorios y digestivos. Los médicos recomiendan nunca provocar el vómito de la víctima ni hacerle beber agua, pues esto podría aumentar el recorrido del producto ingerido o volverlo espumoso, haciendo que el niño corra el riesgo de asfixiarse. Sea cual sea el tipo de producto de limpieza que haya ingerido el niño, no dude en llevarlo de manera inmediata al centro médico más cercano.

Errores para no repetir
• No deje medicamentos al alcance de los niños. Almacénelos todos en un botiquín y no los deje en armarios bajos ni a la vista de los pequeños.
• Nunca reenvase ningún producto y mucho menos las sustancias inflamables o insecticidas. No los deje cerca de la cocina o del baño, sino en lugares ventilados y bajo llave, para evitar confusiones y curiosidad en los niños. • Si tiene botellas o envases sin etiqueta, márquelos con el nombre de la sustancia y advierta a los niños sobre su uso inadecuado, aunque lo mejor es guardarlos en sus recipientes originales.

Por Jenny Rodríguez Cáceres


F eltiempo.com

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