La segunda versión de 'Baby Rock' vuelve para ayudar en este propósito.
Los primeros experimentos con música y bebés se dieron en pequeños con algún tipo de discapacidad. Los resultados fueron impresionantes, pues se hizo evidente el mayor desarrollo de sus habilidades.
A partir de esto, se pensó en la posibilidad de hacerlo con los niños nacidos sin complicaciones y en ellos se comprobó que favorece su área emocional al relajar, sensibilizar y conectar al pequeño con su entorno. Hace que surjan emociones como alegría, tristeza, llanto o incluso, se pongan frenéticos, explica Beatriz Cadavid, musicopedagoga.
Esta especialista participó en la creación de ‘Baby Rock’, un proyecto que suma ya su segundo álbum, es decir, 96 canciones del rock y pop mundial, adaptadas para los bebés. El sello Toy Cantando lanzó la versión de los años 80 para rendir un tributo a artistas como Madonna, Elton John, Michael Jackson, Sting y otros grandes de la música de esa década. Es decir, canciones como Billie Jean, y ‘La isla bonita’, suenan con “pianos, guitarras, xilófonos y elementos de percusión que dan toques infantiles como campanitas o claves”, explica Mario Hernández, productor del disco.
El experimento ha resultado un éxito, pues los padres escuchan sus canciones favoritas y las cantan, mientras el bebé se relaja y se divierte.
El acompañamiento es muy importante, señala la musicopedagoga Beatriz Cadavid, pues el objetivo de estimular al bebé no radica en dejar siempre la música de fondo para que el pequeño la escuche, mientras los adultos realizan otra actividad. La recomendación, según la experta, es destinar un momento del día para cantarles, mover las piernas, las manos y disfrutar en familia del momento musical, pues “la música despierta la actividad neuronal, la pone a funcionar al máximo, dispone para el aprendizaje y causa un efecto físico de ajustar los ritmos corporales, como la respiración, el ritmo cardiaco, a través de música acompasada y serena”.
Pensado para los más chicosLuis Enrique Ramírez, gerente de mercadeo de Toy Cantando, tuvo la idea de acomodar estas versiones para los más pequeños. Comenzó por encuestar a los padres, para saber qué canciones querían escuchar. Hotel California de The Eagles, fue la prueba. El trabajo comenzó con la solicitud de los derechos de autor y luego, en estudio, los hijos de Mario, el productor, ayudaron con los arreglos. “La curva del disco es muy importante y se hace durante la mezcla. Todos opinamos cómo la escuchamos, si está pasada de revoluciones o muy estridente”, dice Hernández. Luego de que las canciones están listas, las ponen a prueba con los niños. “Las grandes satisfacciones de la vida, para mi particularmente, es ver que muchos colegios han montado una representación con nuestras canciones. O nos invitan a cantarla. Por ejemplo, Batuta (el proyecto musical para niños) montó una canción nuestra en percusión, interpretada por unos niños muy pequeños. Esas satisfacciones son las que pagan la boleta”, cuenta el productor.
Sin edadAunque inicialmente era un proyecto para pequeños de cero a 4 años, en esta ocasión no limitaron la edad, pues se dieron cuenta de que los padres también se divierten y emplean el disco como un karaoke.
Es posible que una nueva versión de Baby Rock venga a futuro, o como anticipa Mario Hernández, podrían hacer otros tributos a Bob Marley o Juan Luis Guerra.
Es posible que una nueva versión de Baby Rock venga a futuro, o como anticipa Mario Hernández, podrían hacer otros tributos a Bob Marley o Juan Luis Guerra.
¿Qué escuchamos?
La musicopedagoga Beatriz Cadavid asegura que la música estimula el cerebro y se potencian las habilidades con las que cada uno cuenta. De esta manera hay mayores posibilidades de desarrollo. Algunos bebés inquietos se tranquilizan, al escuchar música, pues les da sensación de seguridad. A los niños en edad escolar los ayuda a concentrar, mientras la melodía no tenga letra, para no distraerlos. La idea es escuchar canciones que no solo atraigan a los bebés, sino que también disfruten los padres. Cualquier canción es buena, aunque la experta recomienda aquellas que no sean estridentes, que tengan ritmo armónicos, con compases organizados y varios tonos en la escala musical muy bien combinados. Es decir, música tranquila o divertida que no altere al ánimo de los niños. Aunque la música clásica funciona muy bien no es la única que logra estimular.
Por Edna Juliana Rojas H.
Redactora ABC del bebé
F eltiempo.com
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