En términos de atención, los sistemas de salud son los encargados de brindarles servicios de óptima calidad a los pacientes.
Jaime Céspedes, director del Departamento de Pediatría de la Fundación Cardio Infantil, con capacitación en Seguridad del paciente hospitalario, explica que es fundamental que las madres desde que están gestando a sus hijos se inscriban o adquieran para sí mismas y para sus bebés un seguro de salud, pues esto no es un capricho ni un lujo, sino una necesidad, un derecho y un deber.
El término “seguridad” ha cobrado una gran vigencia desde hace varios años, no sólo porque haya un pronunciamiento de la Organización Mundial de la Salud y del Gobierno Nacional, sino porque “la razón de ser de cualquier sistema de salud es mejorar las condiciones de salud de su población objeto, meta que deben lograr sus profesionales mediante actitudes, procedimientos y procesos que, más allá de procurar, deben garantizar el mejor resultado posible para el paciente, su familia y la comunidad en general”, como está consignado en el editorial de la edición número 40 de la revista Vía Salud, del Centro de Gestión Hospitalaria.
En ese sentido, Céspedes añade que la palabra “seguridad” quiere decir el óptimo manejo del riesgo, lo que significa su identificación y gestión, con ánimos de que los riesgos no produzcan un problema.
El término “seguridad” ha cobrado una gran vigencia desde hace varios años, no sólo porque haya un pronunciamiento de la Organización Mundial de la Salud y del Gobierno Nacional, sino porque “la razón de ser de cualquier sistema de salud es mejorar las condiciones de salud de su población objeto, meta que deben lograr sus profesionales mediante actitudes, procedimientos y procesos que, más allá de procurar, deben garantizar el mejor resultado posible para el paciente, su familia y la comunidad en general”, como está consignado en el editorial de la edición número 40 de la revista Vía Salud, del Centro de Gestión Hospitalaria.
En ese sentido, Céspedes añade que la palabra “seguridad” quiere decir el óptimo manejo del riesgo, lo que significa su identificación y gestión, con ánimos de que los riesgos no produzcan un problema.
Por eso, los organismos mundiales de salud solicitan a los Estados del mundo que vigilen y promuevan espacios seguros mediante la detección de riesgos, para que no se vuelvan enfermedades o problemas de salud pública.
Ante eso, cada país toma ciertas medidas. En el caso colombiano, mediante el Ministerio de la Protección Social, se creó el decreto 1011, por medio del cual se estableció el Sistema Obligatorio de Garantía de Calidad de la Atención de Salud del Sistema General de Seguridad Social en Salud.
Un derecho y un deber Ahora bien, la seguridad en términos de salud tiene un carácter de doble vía, pues implica una serie de derechos, pero también de deberes. Es decir, los individuos tienen derecho a que el Estado les brinde todos los servicios de la mejor manera y, a su vez, los individuos deben ser conscientes de que el modo como viven su día a día los hace responsables de su propia salud. Sin embargo, Céspedes aclara que los niños sólo cuando llegan a la adolescencia empiezan apenas a ser conscientes y responsables de su propia salud; por eso, es necesario que sus padres velen por su cuidado y que los sistemas de salud se encarguen de brindarles servicios de óptima calidad, en términos de atención.
“Estos términos fueron definidos por el Instituto de Medicina (IM) de Estados Unidos, en 2001, con el fin de lograr seis objetivos: atención segura, atención efectiva, atención centrada en el paciente, atención oportuna, atención eficiente y atención equitativa. Sólo bajo esos pilares es posible conocer y controlar los riesgos para realmente disminuir las tasas de morbilidad y mortalidad”, comenta Céspedes.
De hecho, el especialista explica que según un estudio de Cendex (Centro de proyectos para el desarrollo), realizado en el 2005, sobre la carga de enfermedad en Colombia, las tres primeras causas de muerte en niños entre los 0 y los 4 años son precisamente ocasionadas por falta de atención en el momento del nacimiento: asfixia y trauma al nacer, bajo peso al nacer y otras afecciones perinatales.
“Ante eso, tenemos que asegurarnos de que ese riesgo de muerte en el nacimiento esté cubierto: con una muy buena atención de la mujer en el embarazo. Desafortunadamente, en la actualidad es mucho más complicado que las gestantes reciban esa atención adecuada, pues de cinco adolescentes, dos de ellas están en embarazo y, por su condición, no buscan ningún tipo de atención”, sostiene Céspedes.
En conclusión, un seguro de salud tanto para la madre como para el bebé que está por nacer es indispensable, puesto que es un deber de la mamá que está en gestación buscar la cobertura de un seguro de salud, es un derecho del niño que está en el vientre estar asegurado y es un deber del Estado colombiano asegurar que la mamá embarazada esté cubierta por el sistema.
Por Melissa Serrato Ramírez
Un derecho y un deber Ahora bien, la seguridad en términos de salud tiene un carácter de doble vía, pues implica una serie de derechos, pero también de deberes. Es decir, los individuos tienen derecho a que el Estado les brinde todos los servicios de la mejor manera y, a su vez, los individuos deben ser conscientes de que el modo como viven su día a día los hace responsables de su propia salud. Sin embargo, Céspedes aclara que los niños sólo cuando llegan a la adolescencia empiezan apenas a ser conscientes y responsables de su propia salud; por eso, es necesario que sus padres velen por su cuidado y que los sistemas de salud se encarguen de brindarles servicios de óptima calidad, en términos de atención.
“Estos términos fueron definidos por el Instituto de Medicina (IM) de Estados Unidos, en 2001, con el fin de lograr seis objetivos: atención segura, atención efectiva, atención centrada en el paciente, atención oportuna, atención eficiente y atención equitativa. Sólo bajo esos pilares es posible conocer y controlar los riesgos para realmente disminuir las tasas de morbilidad y mortalidad”, comenta Céspedes.
De hecho, el especialista explica que según un estudio de Cendex (Centro de proyectos para el desarrollo), realizado en el 2005, sobre la carga de enfermedad en Colombia, las tres primeras causas de muerte en niños entre los 0 y los 4 años son precisamente ocasionadas por falta de atención en el momento del nacimiento: asfixia y trauma al nacer, bajo peso al nacer y otras afecciones perinatales.
“Ante eso, tenemos que asegurarnos de que ese riesgo de muerte en el nacimiento esté cubierto: con una muy buena atención de la mujer en el embarazo. Desafortunadamente, en la actualidad es mucho más complicado que las gestantes reciban esa atención adecuada, pues de cinco adolescentes, dos de ellas están en embarazo y, por su condición, no buscan ningún tipo de atención”, sostiene Céspedes.
En conclusión, un seguro de salud tanto para la madre como para el bebé que está por nacer es indispensable, puesto que es un deber de la mamá que está en gestación buscar la cobertura de un seguro de salud, es un derecho del niño que está en el vientre estar asegurado y es un deber del Estado colombiano asegurar que la mamá embarazada esté cubierta por el sistema.
Por Melissa Serrato Ramírez
F eltiempo.com
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